Los Juegos Del Destino
Para todos aquello que han vivido, o han tenido una experiencia cercana con alguna persona enferma de algún trastorno, por cualquier enfermedad mental, etc., no me dejarán mentir que la preocupación no recae bastante en lo que ellos tienen sino en lo complicado que puede volverse entenderlo para los demás. Cualquiera lo ve, lo asimila, pero es difícil entender de verdad lo que les sucede y cómo actuar frente a ellos, es por ello que siempre que vuelven a salir de los centros psiquiátricos, la vulnerabilidad se vuelve más frágil que un cristal.
Cuando la persona en cuestión vuelve a casa, el cuidado que debe tener es diferente respecto al motivo a que fue llevado en primer lugar. A pesar de ello, el estigma de mencionar que estuvo en un psiquiátrico o en un hospital mental hace que se vuelva contagioso, que nadie quiera acercarse o que lo hagan con suma precaución. ¿Alguien ha pensado que ellos son los cuerdos?
Esto es lo que nos cuenta Matthew Quick en Los Juegos Del Destino.
La novela es fantástica y como primera novela me parece un producto inigualable. Atrevido en su significado y en su análisis profundo, muy bien trabajado e investigado respecto a las enfermedades mentales y a las propias acciones de personas comunes que dicen estar bien. La estructura de los personajes es maravillosa y cada uno de ellos transmite, en una gran medida, lo que el autor quería dar a entender: que todos somos iguales y que las experiencias son las que nos diferencian, así como la interpretación de los demás.
No hay pasaje que nos haga mover las emociones al leerlo, o hay momento en que nos libremos de una risa, de una mueca de disgusto, de cariño, de preocupación o de real molestia tras lo que sucede en la casa Peoples, y afuera. Esto nos hace pensar muy bien en todos ellos, en cada uno de los integrantes de la familia y ver que Pat no es el único enfermo, sino que, para ello, todos tienen un grado.
Comencemos con el padre, aficionado hasta la médula, pero hasta el punto de ser supersticioso, de mimetizarse por completo con el resultado de su equipo que ello implica su estado de ánimo, a tal grado de que, cuando pierden, se vuelve agresivo, huraño y alejado de todos. ¿Alguno de ustedes llega a este extremo? Seguro que sí.
La madre es un arquetipo de lo que cualquier mujer sería en una familia llena de hombres, relegada a la cocina, llena de dudas en su matrimonio, harta, pero que no puede hacer nada más que intentar algo que la reconforte, sola y con las emociones a flor de piel, y la vemos llorando en cada momento, ya sea de felicidad o tristeza.
El hermano que ha realizado una fortuna, que le regala la camiseta a Pat, que sigue haciéndole regalos como las entradas al estadio, pensando que quizá el dinero puede solucionar todo, o restaurar el tiempo que no pudo estar con su hermano.
El terapeuta Patel que, quizá sea uno de los mejores personajes ya que es el único que no intenta cambiar la mentalidad de Pat, pero sí trata que él mismo se de cuenta de su situación, lo confronta con lo que él cree y lo que sucede en su vida, lo anima, pero con cautela debido a sus problemas legales. Por supuesto, hay una línea delgada entre ser psicólogo y amigo, pero logra darle una buena interpretación de ello justo cuando se encuentran en los partidos.
Tiffany tal vez sea de los más complicados porque, aunque nos cuenta su vida casi al final, seguimos teniéndole una cuidadosa mirada en su personalidad, Es verdad que llegó a sufrir depresión, a tener una obsesión y una compulsión por el sexo tras la muerte de su esposo, pero el pos-evento es lo que nos importa. Ese extraño comportamiento al acercarse a Pat, ese interés en él, ese cariño que crece por ver que él es el único que la entiende. La alianza entre los dos se vuelve romántica, pero no sólo por amor, sino por el cariño desinteresado, de comprensión y de amistad que los une.
Comencemos con el padre, aficionado hasta la médula, pero hasta el punto de ser supersticioso, de mimetizarse por completo con el resultado de su equipo que ello implica su estado de ánimo, a tal grado de que, cuando pierden, se vuelve agresivo, huraño y alejado de todos. ¿Alguno de ustedes llega a este extremo? Seguro que sí.
La madre es un arquetipo de lo que cualquier mujer sería en una familia llena de hombres, relegada a la cocina, llena de dudas en su matrimonio, harta, pero que no puede hacer nada más que intentar algo que la reconforte, sola y con las emociones a flor de piel, y la vemos llorando en cada momento, ya sea de felicidad o tristeza.
El hermano que ha realizado una fortuna, que le regala la camiseta a Pat, que sigue haciéndole regalos como las entradas al estadio, pensando que quizá el dinero puede solucionar todo, o restaurar el tiempo que no pudo estar con su hermano.
El terapeuta Patel que, quizá sea uno de los mejores personajes ya que es el único que no intenta cambiar la mentalidad de Pat, pero sí trata que él mismo se de cuenta de su situación, lo confronta con lo que él cree y lo que sucede en su vida, lo anima, pero con cautela debido a sus problemas legales. Por supuesto, hay una línea delgada entre ser psicólogo y amigo, pero logra darle una buena interpretación de ello justo cuando se encuentran en los partidos.
Tiffany tal vez sea de los más complicados porque, aunque nos cuenta su vida casi al final, seguimos teniéndole una cuidadosa mirada en su personalidad, Es verdad que llegó a sufrir depresión, a tener una obsesión y una compulsión por el sexo tras la muerte de su esposo, pero el pos-evento es lo que nos importa. Ese extraño comportamiento al acercarse a Pat, ese interés en él, ese cariño que crece por ver que él es el único que la entiende. La alianza entre los dos se vuelve romántica, pero no sólo por amor, sino por el cariño desinteresado, de comprensión y de amistad que los une.
Si vemos a cada uno de los personajes, nos daremos cuenta que cada uno de ellos es presentado con una particular obsesión, una particular personalidad que nos hace pesar que ellos son los que están mal, los que sufren, los que viven de manera complicada, mientras que Pat y Tiffany son seguros, concretos, directos y sin complicaciones, a excepción de los legales. ¿De verdad somos tan sanos que eso nos hace discriminar a los demás?
La novela está escrita por pequeños capítulos que nos explican casi paso a paso la vida de Pat, en primera persona, y eso nos acerca bastante a él. Conocemos sus pensamientos, sus emociones, sus decisiones y todo lo que le sucede, lo que la vuelve muy entrañable. Sufrimos con él y somos felices con él. Su escritura sencilla logra eso, ser contundente y sincero.
Sin duda, una novela que debemos leer en algún momento de la vida. La película que se adaptó de ella también es muy buena, y aunque tiene pasajes omitidos y otros agregados, logra mantener a esencia, así que también deben verla.
• FICHA TÉCNICA •
Título Original: The Silver Linings Playbook Autor: Matthew Quick Año: 2008 ISBN: 978-607-311-626-8 Páginas: 280
• FRASES •
• Por lo menos habrán talado diez arboles para poder escribir la documentación sobre mi salud mental.
• Me guiña un ojo. Lo interpreto como que me dice adiós y me desea buena suerte, así que yo le guiño los dos ojos para desearle el doble de suerte.
• Si las nubes bloquean al sol, siempre habrá un rayo de esperanza que me recuerde que debo de seguir intentándolo. |
Calificación: 9/10
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.
Publicar un comentario