La chica de mi salón VI


La chica de mi salón
VI

Al principio me tomo por sorpresa, casi a nada estaba de levantarme bruscamente, pero recuperé la compostura y me dije a mi mismo que debía estar tranquilo aun contaba con David y eso debería tranquilizarme de que iba a trabajar con un amigo y no solo iba a estar con la chica nueva del salón. Llego la hora del descanso y mientras Diego y yo esperábamos a los demás vimos como salía Jessica un poco extrañada ya que me imagino que tampoco compartía la idea de trabajar conmigo y con David. Ya una vez reunidos donde siempre nos agrupábamos en el rincón de las canchas de la escuela y sin más nos pusimos a debatir los trabajos que teníamos que hacer.
   — Aun no me imagino que te haya tocado con la nueva chica. — Menciono Diego.
   — Es de locos. — dije. — aun no lo creo, pero lo bueno que también estará David. Al rato que le dejemos la tarea le daremos la noticia.
   — Si es buena idea, que también lo sepa, esperemos que ya se encuentre mucho mejor. — dijo Cristóbal.
   — Pues creo que ya es hora de regresar al salón. — comento Alan al ver su reloj.
Todos nos vimos como diciéndonos que estábamos de acuerdo con lo que decía Alan. Llegando al salón, cada quien fue a sus respectivos lugares y dio comienzo las siguientes clases que aún faltaban.
Terminando la jornada escolar, todos salimos y nos dirigimos al baño de los hombres ahí vimos a Jessica quien escuchaba a un chico que al parecer era de otro salón y a juzgar parecía que era alguien del mismo grado que nosotros. Al principio no le dimos importancia y saliendo de los baños de la escuela ella ya no estaba, pero aún seguía aquella persona quien furioso nos retó con la mirada, pero igual no le dimos importancia y como si todos nos hubiéramos puesto de acuerdo no quisimos especular hasta que saliéramos del plantel.

En el camino a casa de David el silencio se rompió y Alan empezó a especular sobre lo que vimos en el baño.
   — ¡Rechazado! — Alan grito. — Re~cha~za~do el tipo fue rechazado.
   — Ni que lo digas, fue un golpe duro en el orgullo. — dijo sin miramientos Diego.
   — Si, eso parece. Creo que se le declaró y ella no quiso y me imagino que se fue, mientras el wey no le quedo de otra que tragarse su orgullo. — pensó Cristóbal.

Todo parecía indicar eso, pero después me olvide del tema ya que estábamos en frete de la casa de David. Desafortunadamente nadie salió a recibirnos y por más que Alan gritaba y lanzaba piedritas al cuarto de David nadie salió. El día termino como muy pocas veces pasaba, ya que casi éramos muy unidos y por lo que recuerdo era fácil contar con los dedos de la mano las veces en que uno de nosotros no estaba. Sin mas no nos quedó de otra que separarnos en aquel cruce.

Con la ausencia de David parecía que este día fue incompleto, muy pocas veces pasaba algo así, pero cuando ocurría todos nos sentíamos mal. Lo único que pensé fue que mañana será otro día. 


Lunes, miércoles y viernes por Meta Crónica

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