La chica de mi salón VII


La chica de mi salón
VII

El día llego y como costumbre nos reunimos en aquel cruce, pero no había señal de David, eso nos preocupó y después pensé en el trabajo que teníamos que hacer. No nos quedó de otra que ir a la escuela pensando en lo que le pudo pasar a David. También lo extraño de que nadie estaba en su casa.
   — No hay de otra, posiblemente se puso mal de lo que ya estaba y seguramente fue a dar al hospital. — dije sin que nadie divagara en el tema.
  — Si es lo más seguro no pudo haber de otra. Ojalá que en la tarde lo podamos ver. — dijo Diego.
  — Bueno eso significa que hoy estarás con Jessica, al menos que el profe quiera estar con ustedes. — dijo Alan.
  — Diablos trato de no pensar en eso, prefiero a otra compañera menos a ella, aun es un misterio ya van varios días y al parecer no ha hecho amigas y ya hasta rechazo a un a otra persona. — dije.
   — ¿misterio? Lo dices como si supieras algo que nosotros no sabemos. — dijo Diego.
   — Si, dinos que realmente te gusta. Por eso te pones así. — Dijo Alan.
   — No… no es eso. Solo que ella oculta algo que aún no se bien. — por mi mente paso la palabra lesbiana y esa palabra me dolía por alguna razón.
Llegamos a la escuela y una vez adentro todos nos
 fuimos a sentarnos en nuestros lugares, Jessica al parecer ya había llegado desde antes y ella voltio a vernos y cuando vimos todos eso Alan puso su codo en mi costilla el cual me causo un poco de incomodidad. Acto seguido entro el maestro y sin más miramientos, nos ordenó abandonar el salón y que todos sin excepción fuéramos con nuestros respectivos equipos a la zona verde cerca de las canchas.

Cada quien estaba con su equipo un fuerte escalofrió corrió en mi espalda y solo me junte con Cristóbal quien extrañado vio que no me despejaba de él y viendo a Jessica caminar sola dijo.
   — Pero qué diablos, no deberías de estar con ella.
   — Si, pero no quiero. Maldito David porque no vino, de todos los días se tuvo que enfermar justo estos dos días. Espero que este bien. Para reprocharle que me haya abandonado. — dije.
   — A ver jóvenes — dijo el maestro. — aquí veo a cuatro personas, dije que cada quien debe estar con su equipo.

Antes de que preguntara quien era el que estaba sobrando me dispuse a ir hacia donde estaba Jessica. La sensación fue extraña, camine hacia donde estaba ella y a pesar de que no le hable ella voltio a verme unas dos veces mientras bajábamos en las escaleras. La distancia entre ella y yo era considerable y más como un parecía que cada quien caminara por su propio rumbo.

[Dos mundos]

Caminamos en dos mundos distintos
La distancia es larga y a la vez corta.

Otra vez te vuelvo a soñar y despierto en mi desolada cama.
Veo a mi lado y sé que ya no estas más que tu efímera imagen.
Los días no volverán, las sonorizan se quedaron en aquellas fotografías.
La luz dejo de brillar, el cielo de azul se volvió gris.

En aquel parque bajo esta lluvia veo a dos jóvenes besándose.
A dos almas que unen sus cuerpos en uno solo.
El espíritu aventurero que alguna vez tuve…
Se desvaneció el día de tu partida.

Caminamos en dos mundos distintos
La distancia es larga y a la vez corta.
Quiero que regresemos esos días de felicidad.
En estar los dos juntos en ir al cine y pasar el rato.

Ya una vez llegando en el punto de reunión el profesor nos mencionaba el motivo de esta actividad y cuando noto que solamente estaba Jessica conmigo se acercó hacia nosotros.
   — Y su otro compañero. — pregunto viéndonos.
   — El falto maestro. — dije.
   — Bueno ya ni modo. Tendrán que trabajar ustedes dos mientras. — el maestro se fue a verificar que cada grupo estuviera conformado por tres a excepción de mi equipo.
En ese momento Jessica rompió aquel silencio que ya se había prolongado bastante.
  — ¿Por qué no vino tu amigo?
  — Se… se encuentra enfermo. — dije
  — Desde que llegue te he notado extraño. Te gusto. — pregunto directamente y yo no pude decir nada.   

Lunes, miércoles y viernes por Meta Crónica

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