Carta de un escritor




1-      Pienso en la brevedad de estos últimos meses y que esto a su vez se convierten en días y a su vez en horas. El tiempo transcurre no hay tregua o prorroga, el tiempo que se gana en felicidad y en placeres, también en triunfos. El tiempo que se pierde en fracasos, tristezas y en odio. Todo termina en una misma orilla es como si se mesclaran y formaran lo que se conoce como el sabor a vivir, esos condimentos que al mezclarse dan como resultado varios sabores.

2-      El principal problema es querer escribir; pero sin tener idea de lo que uno quiere escribir.

3-      Las ideas por lo general brotan en la noche, antes de ir a dormir es como si nuestro cerebro dijera aún quedan más pendientes. Siempre hay algo en que pensar. También en ocasiones la mejor manera de sacar a flote nuestras ideas es tomar una ducha, es como si el agua a parte de limpiar nuestro cuerpo; limpiara nuestros pensamientos que está sucia de preocupaciones, problemas de trabajo y de otras molestias que distraen nuestra mente.

4-      Un principio y fundamental y si ustedes desean una parte importante es en salir con las amistades ya que ello nos ayuda a despejar un poco más la mente y nos ayuda a mantenerlo siempre ejercitado con platicas intelectuales y conversaciones que terminan en preguntas que en vez de llegar a una respuesta, terminan inconclusas, y crean dudas, análisis, tesis o en antítesis.

5-      Bolígrafo y papel es lo único que necesito para poder salir de este mundo que me mantiene enfermo, es un alivio contar con ellos, así como el obrero necesita de su pico y pala para realizar su trabajo; yo necesito de la pluma y el papel para realizar mi actividad, no vivo de ello solo es mi manera de sentirme vivo.

 

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