Mujer X

X

Ahí estaba en medio de la calle ya casi no pasaban personas en los alrededores ya casi iban a dar las 9:30 P.M. mientras caminaba a ritmo lento recordé las palabras de mi madre diciéndome que me merecía lo mejor estar con un novio guapo que me entendiera y sobre todo que me escuchara, pero nunca fue así casi todos eran unos patanes y siempre buscaban más que una simple relación lo único que siempre tenían en mente era sexo y consumir alguna clase de droga. La única alma que me supe corresponder bien fue Raúl un chico que estudiaba ingeniería en la universidad nacional de ingenieros en sistemas digitales y robótica; siempre soñaba que algún día pudiera hacer prótesis para las personas discapacitadas y que estas pudieran regresar a su vida normal, realizando sus actividades cotidianas, pero; las cosas nunca fueron así. Tuvo un accidente mientras viajaba para participar en un concurso, solo recuerdo sus últimas palabras cuando lo vi partir “Volveré con el primer lugar mi amor, te lo prometo”. Esas palabras quedaron al vacío, ya que nunca se cumplieron.

Cuando llegue al parque el lugar estaba totalmente desolado, recuerdo que un domingo pase por aquí y el lugar se me hizo muy lindo, pero ahora que es de noche el lugar está muy desolado y con el movimiento de las ramas ocasionadas por el viento la hacían inhóspito, me dirigí hacia un banco que estaba a mi derecha, examine bien el lugar antes de poder sentarme procurando que no hubiera un bicho que me pudiera asustar. Cuando por fin me pude sentar el viento empezó a soplar con más fuerzas y solo pude escuchar el susurro del viento y el sonido de las ramas de los arboles moviéndose de un lado para otro. Era un lugar muy oscuro con poco alumbrado casi no tenía tantas ganas de quedarme, si me quedara dormida aquí posiblemente moriría del frió o con un poco de suerte me daría hipotermia, pero… que estoy diciendo este no era un buen lugar para quedarme toda la noche. Luego recordé que a unas cuadras de aquí había un hospital y que podría utilizar uno de sus teléfonos para poderle llamar a alguna de mis amigas y ver si me pudiera dar la oportunidad de pasar a recogerme y sobre todo quedarme a dormir y luego buscar otro lugar. Inmediatamente me levante del banco y empecé a caminar escuche unas voces y volteé eran 3 personas que me miraban entre los árboles, los ignore y empecé a caminar más rápido y de la nada salió otro hombre apuntándome con una navaja y mientras quise dar la vuelta estaban los otros tres hombres rodeándome; uno me digo que porque tan sola güera mientras los demás se miraban y reían.
—¿Quiénes son? No me molesten—. Les decía, pero no me hacían caso cada vez se arcaban más a mí.
— Trae aquí mira lo que tenemos aquí—. Uno de aquellos hombres tomo mi bolso y empezó a meter sus manos para ver lo que traía ahí dentro.
— Y bien; cuanto trae la dama—. Pregunto el que tenía la navaja, era un hombre delgado y moreno al parecer era el líder de ellos.
— Solo trae 1500, esperaba más—. Dijo mientras me miraba luego soltó el bolso y miro a sus otros compañeros.
— Entonces que hacemos con la muchacha no parece que sea de aquí podemos divertimos un rato con ella y después pedirles a sus familiares una jugosa recompensa por ella.

Tenía mucho miedo y cuando se empezaron a acercarse hacia mi grite con todas mis fuerzas el de la navaja trato de callarme poniendo una mano en mi boca, pero pude forcejear antes que lo hiciera después me mostró la navaja y volví a quedarme paralizada solo pude ver que levanto su mano y con la muñeca me golpeo y quede aturdida para que le diera tiempo de someterme y amenazarme con la navaja puesta a la altura de mi garganta y diciendo que si no cooperaba iba ser mi final. De reojo pude ver que uno se desabrocho el pantalón y diciendo que quería ser el primero en divertirse. Se me acercó y empezó a desabrochar mi pantalón diciendo mientras lo hacía que lo iba a disfrutar. Solo quise cerrar mis ojos y pensar que estaba en un lugar lejos de ahí. De pronto escuche una voz que hizo que abriera los ojos de nuevo.
— Alto deténgase, suelten a la muchacha.
Aquella persona tomo una rama larga y muy gruesa de unos de los árboles y empezó azotarla en contra de mis verdugos uno a uno retrocedía, hasta que por fin me libero el que tenía la navaja.
— No te entrometas en donde nadie te habla, no te tengo miedo; así que largo no te hagas el héroe—. Decía mientras le mostraba la navaja.
— Vamos pelea entonces que esperas—. le decía aquel hombre que justo a tiempo me había salvado.

Los dos se empezaron a mirar fijamente; él sabía que tenía desventaja ya que ellos eran cuatro y uno de ellos tenía una navaja. Luego vi unas luces azul y roja y en mi mente paso podría ser una ambulancia no… es una patrulla. Así que empecé a gritar pidiendo auxilio; cuando se escuchó la sirena y una parlante diciendo ustedes quédense ahí no se muevan. Un oficial se acercó cauteloso apuntando con un arma y preguntando qué estaba pasando, uno de los bandoleros empezó a correr, mientras el oficial le decía que se detuviera no tuvo otra opción más que dispararle y como un cuerpo inerte cayo al piso, los demás quedaron perplejos y no daban crédito de lo que había ocurrido. Después el oficial saco una radio y pidió refuerzos mientras sometía a mis captores.

Luego mire aquel hombre que se había armado de valor y había acudido en mi auxilio. El solo le preguntaba al oficial si podía ser de ayuda mientras este le decía lo tengo todo controlado porque no va a verla si está bien. Luego el miro hacia donde estaba y se acercó diciendo.      
— Estas bien no te paso nada—. Mire sus ojos y el miro los mío y después note que su mirada quedo en un vacío profundo era como si ya me hubiera conocido antes.


Continuara…


Todos los martes no te pierdas un capítulo nuevo de Mujer.

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