Noches, recuerdos y castigos


Noches, recuerdos y castigos

Estoy tan cerca de ti y a la vez muy lejos,
De poder tocar tu piel, de sentir tu aroma,
Y de beber de tus labios y de oír tus ecos.

Todas las noches de pie veo en aquella ventana,
La luna; cuyo brillo espectral se asemeja a mis recuerdos,
La noche es fresca, todo cobra vida en el silencio de la nada.

Perdón por aquellas frases cortas y distantes,
Nunca quise alejarme de esa manera,
Toda nuestra vida se resume en pequeños instantes.

Las lenguas que hablaron de nosotros son testigos,
De la manera en que nos vimos y reímos,
Esos recuerdos que aún viven; la soledad de la noche,
Pero sobre todo de aquel amor que se convirtió en castigo.

Andrés González C.

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