El Señor De Las Moscas
Dentro de las formas en que nos dividimos socialmente, o discriminamos, o como deseen mencionarlo, existen tantas que cualquier pequeño detalle serviría para ello. Podemos, sin querer, dividirnos por el color de la piel, por las habilidades que uno tiene respecto a otro, por el dinero que uno posee y así hacer menos al que tiene menos, hasta la zona en que uno vive es un rasgo de separación. Tras todo ello, quizá la única importante es la que nos separa entre los buenos y los malos, los que hacemos buenas acciones, de las que no.
Pero, estarán de acuerdo, en que ninguno es tan santo como para confirmar que sólo sea bueno, y tampoco serán tan malvados por completo. La bondad y la maldad conviven en nuestro interior, si lo quieren aceptar o no, así es. Quizá lo piensen como el ángel y el diablo en nuestros hombros, o sólo como las ideas que surgen en nosotros, pero los dos bandos siempre serán parte de las acciones que hacemos. Algunos creen que la bondad y la maldad son innatas, que ya existen desde el nacimiento. ¿Ustedes qué creen?
Esto es lo que nos cuenta William Golding en su novela más conocida y extraordinaria: El Señor De Las Moscas.
En la introducción les pregunté si creen que la bondad y la maldad son innatas. ¿Han pensado en la respuesta? Bien. Piensen un poco más. Mientras imaginen dos situaciones. La primera es sobre un niño que ha nacido en el bosque, sin otro humano cerca y educado por los animales. Esto pasó en realidad y el pequeño es conocido como Victor D'Aveyron, que, tras tantos intentos por instruirle educación social, logró un poco, pero no se sostuvo por mucho tiempo. ¿Qué pasó ahí? Todo lo que ya había aprendido era más fuerte. Ahora pasemos a la segunda. Un niño que ha asistido a una escuela de elegancia durante 8 años (tendrá, aproximadamente, 13 años), pero que de repente, se ve sólo con sus compañeros, en un sitio donde no hay salida. ¿Qué harán? Seguro tratarán de mantener su educación por el mayor tiempo posible. ¿Y después?
Tal vez esos ejemplos puedan ser drásticos, pero no por eso dejan de ser reales. Únicos, pero reales. La novela nos muestra uno de esos escenarios, el segundo. Los niños provienen de un colegio que, por cómo se describen ellos, era de calidad, amén de que sólo era de hombres y que ellos mismos se catalogan como "buenos ingleses". A lo largo de la novela están muy marcadas las personalidades, pero algo que se ve claramente es eso, un intento de mantener la compostura, el orden, algo que se va destruyendo al paso de los capítulos. Por supuesto, Ralph y Piggy son los que representan esa astucia, y nos ponemos emocionalmente sorprendidos cuando dan muestras de gran intelecto y culpabilidad sobre lo que les sucede. Jack sería aquella parte que se deja llevar, la que prefiere lo sencillo y descontrolado, el libertinaje enfocado a una actividad. Así, los dos grupos chocan y, al tratarse de niños, todos prefieren irse con el libertinaje.
Por supuesto, la educación entra en gran crítica en este libro. A pesar de que la historia se enfoca en niños, ¿qué haríamos nosotros si estuviéramos en esa situación, como adultos? Hemos visto películas, series, leído novelas que nos cuentan un poco de ello, pero ¿qué haríamos nosotros? ¿Seríamos los cuerdos que tratan de mantener el orden y las reglas, o de los que quieren ser libres de todo?
La novela está narrada de excelente forma, nada complicada, de gran velocidad y con grandes diálogos, teniendo en cuenta la edad de los personajes. Claro que lo más profundo es el tema y los límites a los que llegan. ¿Cómo tocar el tema de la educación, del terror, del horror, del drama, de la muerte, para niños? Este es un buen ejemplo. Aunque serán los adultos quienes se lleven un mayor aprendizaje de él.
Decir más de la novela sería repetitivo, en primera porque gran parte de los lectores la conocen por haberla leído, por las películas o por la gran parodia de «The Simpsons», pero también porque, para conocerla de verdad, es mejor leerla. Háganlo y cuestiónense todo aquello que han leído.
• FICHA TÉCNICA •
Título Original: Lord Of The Flies Autor: William Golding Ilustraciones: Jorge González Año: 1954 ISBN: 978-987-1948-30-7 Páginas: 272
• FRASES •
• Si tienes miedo de alguien, lo odias, pero no puedes dejar de pensar en él. Te engañas diciéndote que de verdad no es tan malo, pero luego, cuando vuelves a verlo..., es como el asma, no te deja respirar.
• ¿No era verdad que el fuego corre más que un caballo a galope?
• Si los rostros cambian de aspecto, según les diese la luz desde arriba o desde abajo, ¿qué era en realidad un rostro? ¿Qué eran las cosas? |
Calificación: 9/10
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La verdad que la recomiendo, es de esas novelas que hay que haber leído e independientemente de que te guste más o menos, descubrir la crítica del autor, reflexionar sobre determinadas cosas y sobrellevar la sensación que seguro que te deja en el interior. Gracias por la reseña y saludos.
ResponderBorrarTotalmente de acuerdo con ello. Fuera de que sea novela o ficción, tiene muchas cosas que te harán reflexionar.
BorrarSaludos y gracias!!