La Habitación Cerrada [Trilogía De Nueva York #3]

Esta es la tercera y última entrega de la Trilogía de Nueva York (junto con «Ciudad De Cristal» y «Fantasmas», de las que ya hablamos previamente), con la que Paul Auster hace gala de su ingenio para ofrecernos una reinvención del género policíaco, de la novela negra o de detectives. Cualquiera pensaría que se mantendría dentro de un esquema que ya ha sido usado en sus dos novelas anteriores, pero nos vuelve a sorprender, quitándonos esa costumbre que hizo crecer con las precedentes, al darnos una visión más y distinta de lo que ya habíamos leído.
La Habitación Cerrada aparece para dar punto final a la trilogía y no hay mucho que decir como introducción mas que agradecer al autor por darnos una de las mejores sagas breves, visiones de un punto medular, perspectivas de un objeto.
SINOPSISSophie Fanshawe le envía una carta al protagonista mencionándole que un amigo de su infancia, y esposo de la mujer, ha desaparecido hace unos días. Dentro de la carta le insta a ponerse en contacto con ella pues no es todo lo que tiene que decirle. Fanshawe le pidió a su mujer que, después de un tiempo, le pidiera a su amigo que publicara todos los escritos que hizo, y ahora quiere cumplir la promesa. El protagonista no hará más que aceptar no por su amigo, de quien llevaba años sin saber nada, sino por la mujer y su hijo. El tiempo transcurrirá y los dos harán una nueva pareja, pero Fanshawe sigue vivo y las cosas comenzarán a complicarse.
Me gustaría comenzar con una posible explicación del título, al igual que hice con los anteriores, y es que no sólo la historia es críptica, todo empieza desde el título. Una habitación cerrada tiene dos partes, la que mantiene todo dentro y la que mantiene todo afuera. Desde la perspectiva de la primera, la vida del narrador va desencadenando una serie de recuerdos que, al contacto de lo que vive adentro, con gran rapidez entra en conflicto, porque todo lo que se encontraba adentro también estaba olvidado, sepultado en la memoria. Los recuerdos de la vida vuelven a aparecer como ráfagas que no sólo llegan sino que mueven, duelen y vuelven a vivirse. La carta es el primer evento que abre un poco la puerta de aquella habitación cerrada que es la mente, y que funciona como llave para abrir las demás cajas de recuerdos.
Este suceso abre no sólo la puerta a la historia, también la abre a todo el simbolismo que involucra a la misma narración y abre la puerta a nuestra lectura interiorizando las anécdotas que nos cuenta el mismo narrador. El protagonista se encuentra en un debate interno mediante las épocas de su vida, decidir si quiere ayudar a Sophie o no, decidir si buscar a su amigo o no, decidir su contarle a Sophie que sigue vivo o no, etc., la decisión lleva al autor a mostrar al personaje lleno de decisiones que lo merman hasta colapsar al final. Pero no sólo por eso sino por ver de vuelta a una imagen que era un modelo a seguir desde niños.
Ser un modelo tiene muchas responsabilidades pues todo lo que hagamos será un ejemplo para aquellos que nos imitan, pero cuando nosotros somos los que seguimos lo que otros hacen nos vemos en la necesidad de dejar de lado nuestro propio ser y convertirnos en algo diferente. Cuando nos hace falta el modelo, ¿quien somos? Eso es lo que ya había logrado entender el protagonista, pero cuando vuelve a saber de su amigo de la infancia, todo vuelve a aparecer, ¿quien ha sido todos estos años? ¿Cómo lo ha logrado? Y más aun cuando todo lo que era de su amigo pasa a ser suyo, reemplazándolo, convirtiéndose en él (metafórica y literalmente).
Como mencionaba, el género de detectives se toma desde otra perspectiva, ya no es el típico detective profesional el que se ve dentro de una jugarreta, ahora es un hombre común el que se ve dentro de una encrucijada, el detective que llevamos en nuestro interior es el que sale de aquella habitación (cosa similar que sucede en la primera novela). Pero es sólo una parte de lo que los personajes son. Una vez más lo intrincado de ellos se vuelve metafísco, metalingüístico, metaléptico. Cada personaje está bien desarrollado, aun siendo una novela corta, hasta el punto de darnos pequeñas subtramas en ellos, como la relación madre-hijo, la peculiaridad de un hijo, querer ser normal frente una personalidad diferente, la ausencia, la presencia, el destino, la felicidad, la obsesión, etc.
Al igual que sucede en los anteriores, «La Habitación Cerrada» toma como base obras literarias y cinematográficas mencionadas en su mismo texto y hace que se vuelva un cuento dentro de otro, más allá de que Auster se vuelve, una vez más, otro personaje dentro de su historia. Es uno de los mejores ejercicios a nivel narrativo y policíaco contemporáneo. Intrincado, sugestivo y entretejido entre sus tres partes. Es un rompecabezas que en algunas partes embona perfecto y en otras se enciman, como placas tectónicas en constante contacto. Y los sismos los provoca en nuestra mente, en la mente del lector.
Y aquí se acaba esta trilogía, con un portazo para mantener cerrada esta habitación.

Conexión:
• Se menciona al investigador Daniel Quinn, quien sería el protagonista de la primera novela de la trilogía, «Ciudad De Cristal».
• Se mencionan las dos novela anteriores como productor del narrador.

• FICHA TÉCNICA •
Título Original: The Locked Room
Autor: Paul Auster
Año: 1986
ISBN: 978-607-7720-59-1 [de la Trilogía en español]
Páginas: 144
• FRASES •
• Que pueda o no pueda hablar de ello no cambia la verdad de lo que sucedió.
• Sólo la oscuridad tiene la fuerza necesaria para hacer que un hombre le abra su corazón al mundo.
• Toda vida es inexplicable... Por muchos echos que se cuenten, por muchos datos que se muestren, lo esencial se resiste a ser contado.

 Calificación: 8.5/10 

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