Black Mirror: Bandersnacht

La tecnología avanza a pasos agigantados, a veces tan velozmente que parece rebasar a la evolución humana. Y es que la muestra de nuevos productos para cualquier industria parece cada vez más nuevo, más inteligente y con más comandos para realizar cualquier actividad pensada. Ese es el avance de la tecnología, es el imparable camino de la ciencia. Y en el aspecto de las producciones audiovisuales no se queda atrás.
Quizá algunos recuerden, y otros no, la noticia de un nuevo proyecto de Alejandro González Iñárritu llamado «Carne Y Arena». No es sólo una película interactiva (o lo que en algunos cines podría ser un 4D) sino una experiencia en todos los sentidos sobre el evento migratorio. Pues parece que la interacción será mucho más marcada en proyectos futuros y es que una de las series que precisamente habla de la tecnología, Black Mirror, no podía quedarse atrás.
Si gustan visitar nuestras reseñas de las temporadas anteriores, se las dejamos aquí:

Sinopsis:
Stefan es un chico que vive sólo con su padre debido a la muerte de su madre. Él se culpa de ello pues sucedió tras llegar tarde a un tren, contratiempo que fue culpa de Stefan. Ahora, siendo un joven, decide crear un videojuego que adapta una novela que leía su madre: Bandersnacht. Stefan tendrá un trabajo difícil que realizar pues no es tan sencillo como lo esperaba. Además, la historia del escritor de Bandersnacht le rondará por la cabeza insistentemente, así como el mensaje de la narrativa.
Desde que se estrenó la primera temporada en Reino Unido, Black Mirror se ha convertido en una de la mejores series de la actualidad porque nos hace darnos cuenta que todo lo que vivimos ahora nos puede llevar al límite de nosotros mismos, de la humanidad, de los valores y de nuestras acciones, hasta el punto de (sin exagerar) destruirnos interior y exteriormente.
Cada temporada nos sorprende con nuevas historias que van desde la apreciación de una actualidad digitalizada y automatizada, hasta valorada a través de lo que se postea en redes sociales, donde uno mismo ya no es el que somos sino lo que nos creamos en la internet. Además, los avances tecnológicos parecen presentados desde una visión fatalista, negativa, pero no olvidemos que, un sector es así, un sector muy grande.

Después de esperar un año, todos creíamos que verías una quita temporada en Netflix (sitio que nos ha dado las dos últimas), pero no, nos ha sorprendido con una película de 90 minutos que, parecerá una noticia normal, quizá sólo esperada por la calidad que ya sabemos tiene la serie, pero no, lo han vuelto a hacer, han vuelto a superarse.

Black Mirror: Bandersnacht no es sólo una película, ni una película interactiva, es una experiencia de decisiones de parte del espectador que vive lo que el protagonista vive. Para ello, hay que decir que el tema del desarrollo de videojuegos ya es un trabajo difícil, el tiempo, las decisiones, la calidad del trabajo, que hace que varios diseñadores se acerquen a algunas sustancias que ayuden a concentrarse. Esto es lo que vive el protagonista, la carga emocional, no sólo de la creación del juego, sino de su pasado, de la historia del libro y de la historia del escritor, junto con el poco acercamiento efectivo del padre hace que se vuelva un poco loco.

Pero eso no es todo, ya que por sí sólo podría manejarlo (si no la mayoría de diseñadores terminaría mal). El problema se encuentra tras la vinculación de personaje-espectador, que podría llegar más allá al ser interactivo. No exageraríamos si dijéramos persona-conductor o algo parecido. Él se da cuenta que algo más allá de su comprensión lo maneja y que cualquier cosa que pretenda hacer por sí mismo, no puede hacerlo. ¿A quien nos recuerda eso? ¿No somos nosotros con todo lo que tenemos como extensiones del cuerpo: celulares, laptop, tv, tablet, redes sociales, etc.?

El hecho de que manejemos la vida del personaje podría no ser fascinante para los que juegan videojuegos, pero para quienes sólo ven una película en donde una decisión cambia la historia, es fascinante, además de ser la primera producción de este tipo en plataformas de streaming. También podemos hacer menos la interacción, el tema de la película es suficientemente aterradora como para, por sí misma, hacernos pensar como lo ha hecho durante 19 capítulos.

Los tópicos que abordan son tantos que tardaríamos días que explicarlos y en dar nuestro punto de vista. Es por ello que dejaremos que ustedes tengan el suyo, cada uno como ramificación de la película que hemos visto, como los universos que crea, como los diferentes caminos que tiene la historia.

Hilos De Decisiones Del Protagonista

Nosotros somos Stefan, podría ser una afirmación muy dura si lo vemos desde lo más literal de la historia, pero no estaríamos alejados de ello, quizá sea un futuro de nosotros mismos si nos dejamos llevar por lo que está a nuestro alrededor, de nuestro trabajo, de lo que dicen los demás, de lo que sentimos. En varios momentos, Stefan quiso cambiar, quiso ayuda, pero nunca lo pudo hacer porque no tenía control. ¿Les falta autocontrol a ustedes?
Creo que podemos decir que las actuaciones son fantásticas. La dirección lo es también. La experiencia está más allá de lo que habremos visto antes (una vez más, si no han jugado videojuegos). La propuesta que hace Black Mirror y sus creadores es altísima, y la calidad hace que se sitúe mucho más arriba de otras producciones.
Quizá no vamos algo así dentro de algunos años, y por ello mismo ya se ha convertido en un hito actual. Ahora esperemos con más ansias la quinta temporada.

Por cierto, ¿vieron las referencias a otros capítulos de la serie? Se encuentran Metalhead, Nosedive, Be Right Back, White Bear. ¿Encontraron otro?

• FICHA TÉCNICA •
Título Original: Black Mirror: Bandersnacht
Estreno: 28 de Diciembre del 2018 [Netflix]
Reparto: Fionn Whitehead. Will Poulter. Asim Chaudhry. Craig Parkinson. Alice Lowe.
Director: David Slade
Género: Ciencia Ficción. Distopía. Thriller. Película Interactiva.

TRÁILER

No hay comentarios.

Publicar un comentario