La chica de mi salón I


La chica de mi salón
I

Una vez leí en una ocasión que las mejores historias siempre inician con una hermosa chica y creo que esa vez no fue la excepción. Era el primer inicio de clases después de las vacaciones de verano y durante ese tiempo decidí no ir con mi familia a la playa, así que me quedé solo en casa y en ocasiones salía a dar un paseo, pero en la última semana de mis vacaciones iba de paseo a un parque el cual estaba un poco retirado de mi casa, pero aun así iba caminado para tener un momento a solas conmigo mismo, pero ese lunes conocí a una bella chica la cual iba al parque sola a jugar baloncesto con sus amigas y a practicar el con el aro el ula ula. En aquella ocasión me quedé absorto por su belleza y aunque repetidas veces me lo negué, sabía que era inevitable y durante esa semana fui a verla, hasta aquel viernes de la última semana fui a verla como de costumbre, aunque debo de admitir que hubo días que no la vi y eso me molestaba mucho, pero esa vez ella estaba con su amiga quien ambas se divertían con el aro y en un momento ella voltio a verme y tomándome por sorpresa no supe como disimular, era la primera vez que ambas miradas se cruzaban. Inesperadamente su amiga puso su aro arriba de ella y rodeándola por completo bajo el aro y al mismo tiempo ella la empujo hacia donde estaba ella y acercándose un poco de manera muy delicada la empezó a besar y ella la correspondía el beso fue momentáneo y a la vez eterno para mí. Así que decidí no volver el sábado ni el domingo a ese parque.

Empezando el nuevo ciclo escolar me reuní con todos mis amigos y cada quien platicaba sus experiencias, yo no pude decirles nada, pero mientras ellos hablaban yo solo pensaba en aquella chica hasta que el profesor entro y ordenándonos que toda la clase fuera a sus asientos, el maestro hizo una presentación hacia la clase.
   — Jóvenes, les presento a su nueva compañera ella viene de Guadalajara, espero que se lleven bien con ella. — Decía el profesor mientras la tomaba del hombro.
   — Hola, espero llevarme bien con ustedes. Mi nombre es Jessica Moreno Díaz. — Ella se percató de mi presencia. Y después bajo un poco la mirada.
   — Bien jóvenes denle la bienvenida a su nueva compañera. — decía el profesor.

Al principio me dio un escalofrío muy profundo que era como si alguien hubiera dejado la ventana abierta o si estuviera en uno de eso cuartos fríos los cuales sirven para almacenar la carne en las carnecerías. El profesor vio donde podía sentarse y vio que cerca de la ventana en dirección a la derecha había una butaca vacía, entonces le señalo en donde sentarse y ella se dirigió a su nuevo lugar, ella estaba a dos filas de donde estaba ella en la tercera butaca de la sexta fila y yo en la quinta butaca de la cuarta fila. Varios de mis compañeros la vieron seducidos por su belleza, pero realmente yo conocía su preferencia o al menos eso pensaba. Casi no era normal ver que tu amiga te de un beso o al menos que ambas estuviesen sumergidas por los efectos del alcohol.

Y así sin más dio comienzo el semestre, ella en ocasiones volteaba a mirar mi lugar y yo trataba de simular que no lo sabía, pero cada vez que sentía su mirada me sentía un poco incómodo. Terminado las clases todos salimos y llegando a la salida de la escuela escuche una voz femenina desde atrás de mí. Mire para ver quién era y se trataba de Jessica la nueva del salón, mis amigos y yo nos quedamos un poco confusos, ella se acercó, un poco arrepentida dudo si continuar, pero como ya había llamado la atención de mis amigos y sobre todo dejo sus dudas y continúo caminado hacía mí.         


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