Realidad compartida V Entre el cielo y la tierra

Realidad compartida
V
Entre el cielo y la tierra*

Compre el ramo de rosas como decía la carta y camine a mi costado a dirección de las escaleras automáticas y me propuse bajar. Mientras las escaleras automáticas hacían su trabajo de descenso, empecé a percatarme que, en la planta baja de la plaza, se encontraba desolado y todas las tiendas estaban cerradas, mientras miraba todas las escaleras se detuvieron en un instante, tanto la que usaba para descender a la planta baja, como las que eran para ir al segundo piso de la plaza. No tuve otra opción que bajar caminado lo poco que restaba y llegando a una cuarta parte de la planta baja noté que se sentía una atmosfera algo pesado el frio calo profundamente mis huesos y sabía bien que algo estaba mal en ese mismo instante. Di media vuelta y subí las escalares para llegar a la planta alta de la plaza y mientras subía escuche un ruido y voltee, pero no tuve suerte de ver algo, eso me asusto aún más de lo que ya estaba y seguí caminando, hasta que mi vista me mostraba que cierta parte de las escaleras estaba destrozada no podía intentar caminar más y si lo hiciera me podría caer, era peligroso y mire la otra escalera que se usa para descender y estaba en las mismas condiciones —Pero, como… no estaba así cuando pase— no podía creer o dar crédito de lo que estaba viendo, era como si algo no quería que regresara, más bien quería que forzosamente caminara por el pasillo.
    No tengo opción, tengo que seguir— me dije a mi mismo y proseguí, mientras caminaba mis nervios estaban al cien y mi corazón palpitaba, sabía que esto era una especie de trampa.
Ya a la mitad del pasillo mire a mi alrededor lo que probablemente haya causado el sonido que escuche, pero no había nada tirado en el suelo. La luz inexplicablemente se apagó del pasillo y todo quedo oscuro, saque la linterna y alumbre el pasillo y pude ver la salida, camine un poco y mientras lo hacía miraba también atrás de mí, no sé bien si era frio, pero temblaba mucho y con trabajo podía respirar y con la luz de la linterna sabía bien que mis manos temblaban. Mire hacia el pequeño puesto de vigilancia que estaba aún lado y no había nada solo una pistola cargada y dos paquetes de munición y unas llaves que decían Daysi. Miré a mi alrededor y no había nada más, así que ignore las cosas que estaban ahí y camine tratando de seguir los señalamientos que había en la pared, para dirigirme al estacionamiento, cuando llegue mire que estaba cerrado con una malla muy poco usual, la malla estaba desgastada y oxidada, trate de romperlo, pero no tuve éxito y a lado había una puerta la cual estaba cerrada bajo llave, pronto recordé las llaves que vi en el puesto de vigilancia, fui un tonto al ignorarlas, pero como iba a saber, tengo que regresar, no sé porque, pero corrí un poco desesperado, la oscuridad y el miedo de saber que era el único que estaba pasando por todo esto me causaba un poco de desesperación e inquietud.
Llegando al puesto de vigilancia tome las llaves y escuche unos pasos y alumbre. Por dios que era eso que estaba a cinco metros de mí, una persona o algo así estaba parada, tenía un uniforme parecido a policía y con el escudo de policía municipal me di cuenta que no se trataba del custodio de una plaza sino de un policía, pero su uniforme estaba sucio de sangre que al parecer estaba aún fresca, uno rostro malformado y al caminar lo hacía de una manera extraña que al verlo ponía mi piel de gallina y en su mano derecha usaba unas hojas rectangulares muy afiladas y sin duda a simple viste se veían algo pesadas.
    ¡Detente! — pero mis advertencias no tenían ningún efecto, sabía bien que esa cosa me iba a matar si no hacía nada, solo contaba con un cuchillo para cortar frutas y con esa semejante cuchilla era un chiste que le pudiera ganar, pero recordé la pistola y la tome.
Esa cosa seguía caminando y le volví a dar una advertencia, cuando ya lo tenía más cerca de mí, empecé a disparar, pero esa cosa monstruosa se cubría con la hoja metálica que tenía así que use mi velocidad y corriendo disparaba, al llegar al estacionamiento, trate de abrir la puerta, pero no sé si era por desesperación, pero la puerta no se abría, mientras esa cosa caminaba me producía escalofríos.
Por fin abrí la puerta y entre al estacionamiento, no tuve tiempo para cerrar la puerta caminé entre los coches que estaban estacionados, mientras esa cosa me seguía, la única manera de perderlo de vista era matándolo, — Pero, podría volver a matar— no había tiempo de dudar si no de actuar. Aun me quedaba munición en la pistola y ese monstruo era lento, el cual se protegía con una hoja metálica grande que cubría la mitad de su cuerpo, con esas ideas use mi velocidad y lo rodee atravesó de los coches y cuando tenía la oportunidad le disparaba. El estacionamiento era algo grande y todo estaba sumergido en la oscuridad solo la linterna me proporcionaba cierta visibilidad el cual encada ocasión la aprovechaba para dispararle a esa criatura sacada del infierno. Poco a poco se empezaba a debilitar y cayó muerto dejando un espeluznante grito como de sirena. Me le acerque para confirmar que esa cosa ya no me molestaría jamás, solo estaba ahí en el suelo tirado y al querer ver su desagradable rostro escuche unos pasos y la luz del estacionamiento regreso y con linterna en mano vi a la misma mujer que me hizo el favor de decirme donde estaba la florería… la florería, es cierto deje el ramo de flores en el puesto de vigilancia.
    Es cierto… ¿Quién eres?, estas detrás de todo esto.
    Se ve que olvidaste el ramo de flores que te pedí. — ella veía lo que había detrás de mí, más bien lo que estaba en el piso detrás de mí.  
    ¿Como? — mire y el monstruo que estaba en el piso ya no estaba y solo estaba un ramo de flores y en el papel que las cubría estaban empapadas de sangre. Volví a dirigirme hacia ella— que es lo que quieres, te conozco o algo así.
    Se ve que el tiempo borra la memoria Alan.
    ¿Cómo sabes mí nombre? — pronto empecé a sentirme mal y caí al suelo mientras veía a esa persona y todo quedo borroso y perdí la conciencia.
Alguien se había pasado el semáforo y choco con otro vehículo el cual la inercia lo lanzo hacia donde estaba Brenda quedando de que ella pudiera hacer algo y murió instantáneamente. Tras la confusión corrí hacia donde estaba Brenda y ella se encontraba viendo al cielo ya sin vida, mientras la persona que fue el responsable salía ileso gracias a las bolsas de aire, con lágrimas en los ojos le encare, solo sentía odio hacia la persona que le quito la vida a la persona que más amaba. Los testigos fueron los que no separaron; él estaba casi golpeado, pues casi no se pudo defender ya que aún estaba aturdido. Diez minutos después llegó la policía y se llevaron al culpable al ministerio a declarar y uno de los oficiales determino que solo fue un accidente a pesar de todo lo ocurrido y pesar de que había testigos, tiempo después se supo que el culpable soborno al policía para que lo dejaran salir sin cargos.                                                                                     


*Este título fue inspirado en el tema de Belinda, Catarsis, I love you… Te quiero. 

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