En El Aire
Maribel era una joven muy dedicada a su trabajo. Gustaba de ir en el avión como aeromoza y disfrutaba de las pláticas con sus compañeras y de los asistentes que viajaban. Conocía a empresarios muy importantes, ejecutivos de fundaciones, jugadores profesionales, economicistas, reporteros, paparazzis que seguían a los famosos, presentadores de televisión, actores o actrices de películas o series, etc.
Además, otro motivo por el cual le gustaba viajar era el sexo en el aire. Ella sentía que estaba en las nubes, y era casi literal. En cada viaje, con cada hombre o mujer que conocía y que veía como blanco fácil, comenzaba a darle señales, a emplear sus técnicas de conquista y después se dirigían al baño del avión. Ahí se encerraban durante 2 o 3 horas y tenías sexo. Ella les hablaba tan suave que comenzaban a eyacular pronto, pero no dejaba que terminara así tan fácil, así que tomaba su mano y la de su pareja y la introducía entre sus piernas. El movimiento era rítmico, todo era rápido, pero a la vez tan lento. Ella gritaba en silencio, su pareja volvía a eyacular o a tener un orgasmo. Los hombres la abrazaban y la mordían, las mujeres la trataban más delicadamente y eso le gustaba a Maribel.
Cuando el vuelo terminaba les daba su número y les prometía el mismo trato en su próximo viaje.
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