Si Hubiera Espinas

Dice una famosa frase que si no conocemos nuestro pasado, estamos condenados a repetirlo. Esto suele ser muy exagerado si lo colocamos en algunas situaciones que creemos jamás serán recreadas, pero hay otras en las que, sin duda, volvemos a tropezar. Esto se vuelve un martirio porque, sin querer o queriendo, el fracaso, el remordimiento o cualquier sentimiento nos lleva, irremediablemente, a ello, una vez más, a esa situación que creímos haber superado, pero que ha vuelto con mucha más fuerza.
En nuestra vida pasamos por innumerables situaciones que deberíamos aprender de ellas, desde romances fallidos, pasando por negocios con otras personas que no terminan siendo productivos, hasta decisiones personales que creíamos controlar y conocer en su finalidad, pero que nos sorprende al ver que no era así. Aprender no es sencillo, evitar esas decisiones, conocer nuestro pasado, saber que lo que nos hizo sufrir o a otros no es lo mejor, es preferible evitar. Pero no podemos controlarlo.
Esto es lo que sucede en la tercera entrega de la serie de los Dollanganger, escrita por V. C. Andrews, titulada Si Hubiera Espinas.
SINOPSISCatherine, Chris y los hijos de ella, Jory y Bart, han llegado a una casa grande, alejados de Foxworth Hall y de todos los sitios que les recuerden todo lo vivido. Al parecer, Cathy ha mentido a sus hijos al decirles que Chris es hermano menor de Paul, además de que Bart es hijo de Paul. El secreto no hace nada más que crecer hasta que todo explota por algo inesperado.
Una mujer que viste de negro, que se ha mudado a un costado de la ahora familia Sheffield, comienza a perturbar la vida de ellos. En primer lugar, la de Bart, quien comienza a potenciar su odio por sus padres, su hermano y su hermanastra, pues la anciana le ha dicho que es su abuela. Además, el mayordomo, John Amos Jackson, comienza a darle lecciones de religión ortodoxa, para maltratar a sus padres peor aún, para aborrecer a las mujeres y creerlos pecadores, sustentado todo con la verdad: la mujer que ha comprado la casa es su verdadera abuela. La violencia se desata, la confusión de Jory, la verdad conocida por Bart, los recuerdos y el sufrimiento de Cathy y el dolor de Chris. La familia tendrá un nuevo episodio de maldad.
Uno espera que las secuelas, en películas, series o libros, sean igual o mejores que los anteriores, pero cuando se uno se sorprende al ver que el deseo fue bien encaminado, no queda nada más que agradecer por un trabajo fenomenal. En esta ocasión, V.C. Andrews ha logrado casi lo imposible, pues a través de tres libros ha mantenido un suspense, un horror, un romanticismo, un drama de gran nivel y calidad en sus narrativas que, aunque la historia es sencilla, esconden un tema muy profundo.
La novedad de esta tercera entrega es que está contada a través de los ojos de los hijos de Cathy, en vez de seguir la historia como un diario. Jory y Bart son los protagonistas y esto nos da dos grandes visiones espectaculares. El primero es que pone en primer lugar a los niños, dejando alejados a los adultos y manteniéndolos a raya, como de verdad sucede en la vida real. Uno puede creer que los entiende, que sabe lo que quieren o lo que hacen, pero no es así, cada niño es diferente y aquí lo demuestra de manera perfecta. El hecho de que la extrema diferencia entre los dos sea enorme, le pone más dramatismo, pero no es algo inverosímil, al contrario, se vuelve crudo por ser real (uno no puede dejar de recordar la historia de «We Need To Talk About Kevin»).
El segundo punto va ligado al primero, y es que así conocemos los pensamientos, las acciones, los problemas, las emociones, todo lo que cada personaje cree que pasa por su mente y cree que es verdad o mentira. Esto nos acerca brutalmente a cada uno de ellos y no hay momento en que nuestras propias emociones se desborden. Es una magistral escritura que, a través de pequeños capítulos, nos muestre momentos importantes, vitales, de la vida y transformación de cada uno de ellos, viéndolo desde su perspectiva. Sufriendo con ellos.
La narración es sencilla, la historia lo es también, tanto que las poco más de 400 páginas se pueden leer en un par o en tres días, porque no se usa un vocabulario rebuscado ni con oraciones rellenas. La historia va directa al punto y sin vueltas innecesarias. Pero, como mencionamos, la dureza de su tema hace que sea preciso hacerlo lento, disfrutando y entendiendo cada párrafo, cada diálogo y cada oración dicha.
La vida es una rueda que da vueltas y nos vuelve a golpear por la espalda cuando creíamos haberla librado. Esto es lo que la novela, en su principal plot, nos muestra de manera cruda. A pesar de que nuestro pasado debe ser olvidado para no repetir lo que vivimos o sufrimos, la vida encuentra la manera para hacer una repetición, como si se tratase de una grabación con distinto espectador. Aunque planeemos alejarnos de ello, el camino, el destino, el karma o cualquier cosa, hace que vuelva a ocurrir lo que sucedió antaño. Esto le sucede a Cathy, cuando intenta olvidar el castigo de su madre, pero ve en ella una forma de castigo que, cuando su paciencia se desborda, no hay nada qué pensar y lo usa. Inconsciente o no, sucede.
Pero todo esto tiene algo más, y es que la familia es una difícil encrucijada de mentiras y verdades que se mantienen congeladas por mucho tempo, pero que una vez se estropea el mecanismo que los mantiene encerrados, explotan para salir. Su ansia por ser mejor persona,, por ser mejor madre y por ser una salvadora, hace que descuide a sus hijos, uno de ellos, Bart, es quien sufre más su descuido y comienza a desliarse de ellos. Su personalidad cambia desde antes de que Corrine llegara porque se siente desplazado, se siente menospreciado, y la llegada de su abuela no hace sino acrecentarla, y ya con John es mal encaminada (desde su creencia que creció cuando vivía con Malcolm, hasta ahora que manipula a Corrine y ahora a Bart; una magnífica forma de explicar todo ello es a través del libro que le entrega a Bart, lo cual hace que ese pasado se vuelva presente y feroz). Por supuesto, es complicado intentar estar en todo, pero si uno descuida a los hijos, no hay nada que detenga su crecimiento desviado de sus creencias y actitudes.
No hay duda de que la gran historia no ha hecho más que empezar, y aun quedan dos libros de esta serie. Si en estos tres primeros libros no hemos hecho más que mordernos las uñas y estremecernos en cada página, esperemos que los dos siguientes sean igual o mejor.

• FICHA TÉCNICA •
Título Original: If There Be Thorns
Autor: V.C. Andrews
Año: 1981
ISBN: 978-607-311-404-2
Páginas: 416
• FRASES •
• Alguna vez se puede confiar en unos pocos, y casi siempre, en nadie. Considérate afortunado si puedes confiar en uno solo, pero siempre.
• Nadie hace nada por otro, si no saca de ello más para sí.
• Saber escuchar es la mejor manera de eludir preguntas que uno preferiría no oír.
• Ten cuidado con tu primer amor, pues nunca podrás olvidarlo.

 Calificación: 9.5/10 

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2 comentarios

  1. Hola!
    soy nueva por aqui y te sigo gracias a una iniciativa, wow me encanta tu blog y referente a este libro bueno le tengo muchas ganas no a toda la saga y ya quiero empezar a leerlo!

    Saludos desde https://leerunlibroyalavezimaginar.blogspot.com/

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    1. Hola!!!
      Muchas gracias, en breve visitamos el tuyo y te seguimos.
      Espero pronto puedas leer toda la saga porque es extraordinaria.
      Saludos y cuidado!

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