Mi primera sensación III


Mi primera sensación
III

Lo que te contare de ahora en adelante es mi autobiografía, contada desde mi punto de vista, respetando cada cosa que vi y sentí. Mi primera sensación ocurrió antes de salir de la secundaria, la vida de un chico mediocre el cual no resaltaba ni por su aptitud, habilidad o inteligencia, quizás un marginado o un incomprendido posiblemente pensaba eso para no lucir como un perfecto idiota.
Las clases terminaron el sol derretía las ganas de estar en la calle, era marzo y hacía mucho calor durante ese mes, pronto terminarían las clases y daríamos un salto a la preparatoria, recuerdo que alguna vez alguien dijo que se emocionaba con la prepa por el simple hecho de que representaba un ambiente distinto y le emocionaba la idea de experimentar cosas nuevas, probablemente tú también pensaste lo mismo, pero en mi caso nunca lo fue, aun me pregunto porque ¿era el miedo de crecer? ¿las responsabilidades? Fuese lo que fuese no poseía ese tipo de ánimos o la curiosidad de experimentar nuevas cosas.
Pero eso cambio ya que a finales de ese mismo mes un profesor se le ocurrió la agradable idea de crea equipos de dos integrantes para exponer temas sobre su materia, todos se animaron e incluso cada quien buscaba a su pareja ideal, haciendo señales o hablándose entre dientes los cuales uno trataba de interpretar a su modo. Por desgracia de mi o quizás una maldición me toco hacer equipo con una compañera la cual jamás había hablado con ella, solo sabía su nombre Jessica Quiroz Roble una compañera la cual era muy popular entre los chicos, ya que ella representaba la perfección en una figura femenina dotada de todos los encantos que un chico de nuestra edad se hubiera derretido al verla.
Todos me miraron extrañados era como si un bicho raro estuviera ensuciando su uniforme, incluso ella ni siquiera voltio a verme. Paso algunos días y llego el fin de semana antes de salir del salón escuche una voz agradable, fue una rara sensación cuando ella nombro mi nombre sentí cosquillas en mis oídos.
   — Kevin, estas algo ocupado. — mire y ahí estaba Jessica viéndome un poco asustada no sé qué pudo a ver pensado en ese momento.
   — No para nada, dime. — trate de hablarle mientras su mirada absorbía mi alma.
   — Quería saber si este sábado estas disponible para ensayar la exposición, el miércoles será el día y no sabremos si nos elegirán aleatoriamente o será conforme la lista de asistencia y me gustaría que nos viéramos no sé si en tu casa o en la mía. — dijo Jessica mientras desviaba su mirada, quizás noto que quede atónito ante su belleza.
   — Creo que sí puedo este sábado, si quieres en tu casa. — no quería que fuera en la mía, quizás fue por pena. Pero tampoco quería ir a la suya y que su familia piense que la voy a violar o algo por el estilo.
   — Prefecto. — ella lanzo una sonrisa el cual se reflejó en mi retina, como si su sonrisa fuese la brisa del mar.
  — Si, deme a qué horas y ahí estaré. — dije mirando a los que veían esa escena.
  — Entonces será en mi casa, ¿verdad? Creo que como a la una de la tarde. — dijo.
  — está bien ahí estaré, hasta mañana. — dije y me propuse retirarme. Ella no digo nada y solo escuche sus pasos que iban detrás de mí.
Lo que vendrá a continuación quizás es algo que jamás experimente, pero creo que eso lo contare en otra ocasión. 
                   
  No te pierdas Mi primera sensación todos los viernes y domingos. 
Por Meta Crónica.

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