100.- LOVE OF LESBIAN en Concierto de OCESA #Irrepetible
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El *Viernes 6 de Noviembre*, la banda española, *Love Of Lesbian*,
encandiló a todos los mexicanos que compraron un acceso para verlos en
directo gracias...
Mujer XVIII Final (Primera parte)
Pasaron varios días desde que me recuperé
del golpe que recibí y aún seguía sin entender bien que fue lo que realmente
paso, ¿Sofía escapo sola del hospital y cuáles fueron sus motivos? Y sobre todo
quien fue el quien me golpeo en la cabeza, podría ser la persona que ayudo a
Sofía. Los policías investigaban y nadie entendía como Sofía pudo salir del
hospital sin que nadie la viera, eso significaba una cosa alguien la pudo haber
ayudado el oficial Raúl Pérez interrogo a la familia de Sofía, al igual que a
sus amistades más cercanas, lo único que había de pista fue un bastón el cual
utilizaron para golpearme en la cabeza, el médico me dijo que había corrido con
buena suerte ya que el golpe fue duro y cualquiera pudo a ver muerto con
semejante golpe. Me olvide por un momento de Sofía y lo días que pase
inconsciente y recordé lo que me habían dicho, Sofía estaba esperando un bebe,
era algo que me sorprendió y sabía bien que él bebe no era mío. A caso eso hizo
que Sofía escapara, aun así, no tenía el valor suficiente de preguntarle y más
su estado de amnesia me hacía dudar más sobre ella, creí que la conocía, pero
ciertos secretos y motivos ella guardaba silenciosamente.
Pasaron dos días y nadie tenía noticias
sobre el paradero de Sofía. Al siguiente día me dieron de alta y abandone el
hospital. Cuando Salí de aquel lugar escuche algunos pasos, voltee para ver quién
estaba detrás de mí y era el oficial Pérez.
— Hola, ya te sientes mejor. Tenemos
algunas cosas de que hablar— mientras lo decía mostraba sus manos con señas de
invitación a lo que él decía, simplemente lo di como un hecho al mover la
cabeza.
— Y de que se trata oficial, en que le
puedo ayudar— mientras le decía eso tenía la sensación de que algo me iba a
sorprender.
— Bien, como sabes— Tomo un ligero
respiro y prosiguió— No sabemos el paradero de su novia y no tenemos muchas
pistas, pero; al parecer ella escapo con ayuda de alguien el cual es un hombre
de uno setenta de estatura y posiblemente es una persona que forzó a Sofía en
abandonar el hospital. Un testigo vio a dos personas discutiendo por el parque
que está a unas cuadras del hospital—. Volteo a verme y dijo—. Es el mismo
parque donde te encontramos aquella noche, el testigo nos comentó que era en la
tarde cuando paseaba a su perro cuando encontró a una mujer que según su
descripción podía ser Sofía, discutiendo con un hombre el cual llevaba una
sudadera azul fuerte y una gorra color verde bandera, solo que el testigo no
pudo escuchar de que discutían ya que el perro ladro y se percataron de que
estaban siendo observados por el testigo decidieron irse del lugar.
Solo pensaba en aquella persona que pudo
a verse llevado a Sofía, pero cuales era sus motivos, quizás me dije, era el
verdadero padre de esa criatura.
— Y su testigo pudo describir a la
persona que acompañaba a Sofía, pudo identificarlo.
— La verdad es que cuando paso eso el
testigo decidió caminar e ignorar a la persona, así que no pudo ver bien la
cara de aquella persona. Por eso pensé que usted podía decirnos algo sobre eso,
ya que todos los conocidos como sus familiares no pudieron a ver sido cada
miembro de la familia tiene su cuartada, las cuales ya fueron revisadas y
comprobadas. Y sus amigas no saben nada de aquel hombre ya que la única persona
que conocen es a usted.
— Si, pero… no se no conozco a otra
persona más que…—. Mi mente quedo en blanco y mi cuerpo se paralizo un poco.
Puede ser que… no lo puedo creer.
— Le sucede algo—. Pregunto el oficial
Pérez, con extrañeza y me observo de manera indefinida.
— Hay alguien más… su amigo de la
infancia Eduardo.
— Con que Eduardo y usted son los únicos
hombres que conocen a Sofía, leí su reporte médico y me enteré que fue golpeado
fuertemente hasta perder la conciencia y de ahí no supo que fue lo que le había
pasado a Sofía. ¿Cierto?
— Si, es verdad eso. Me enteré de algo y
volví a la habitación de Sofía y no había nadie más que ella, pero su mirada
era fría, no era mi Sofía, la Sofía que alguna vez amé.
— Usted dijo algo—. En ese instante saco
una pequeña libreta de hojas color marrón y un bolígrafo negro con una etiqueta
dorada en medio.
—¿Como? —. Pregunte.
— Si; usted lo acaba de mencionar que
algo se había enterado, se trata de su novia.
— Cierto, me entere que Sofía esperaba un
bebe, pero…—. Mi garganta se secó y algo muy dentro de mi intentaba salir. — Él
bebe que ella esperaba no era mío, eso lo sé bien. Y siento que eso puede de
alguna manera relacionado con la otra persona, pero si Sofía se la llevaron a
la fuerza, porque nadie se dio cuenta.
—Eso se debe que en unos de los basureros
del parque había una bata y un gafete con un nombre falso y pensamos que la
persona que se llevó a Sofía fue alguien quien uso esa vestimenta para
facilitar su acceso libre por todo el hospital y así sacar a Sofía sin ser
visto. En donde viví ese tal Eduardo, antes de que pasara todo esto tratamos de
comunicarnos con e incluso fuimos a su domicilio, pero nunca lo encontramos.
— usted piensa que él podría ser el
culpable, es el amigo de la infancia de Sofía y alguien que ella siempre ha
confiado incluso… incluso ambos trabajaron en esa tienda de textiles; pero…
—En estos casos no hay peros solo que
hechos y pistas y trataremos de seguir investigando más a fondo. Pero si usted
quiere puede ir a descansar.
Me despedí del oficial Pérez y fui a mi casa,
pero preferí ir a la casa de Eduardo para saber de más de él, pero llegando a
su casa no había nadie parecía que la habían abandonado. Cuando bajé por unas
escaleras vi a Eduardo manejando un vehículo que antes no había visto y se
dirigió hacia una zona donde de adolecentes jugábamos o simplemente íbamos a
ese lugar para acampar, era un lugar montañoso y con muchos árboles. No era un
lugar muy lejano de la casa de Eduardo, así que decidí caminar para ver que
tramaba.
Mientras caminaba por la zona me percate
de el vehículo que estaba manejando Eduardo, pero no había nadie. Mas a lo
lejos observé una pequeña cabaña, un poco descuidada y decidí ir hacia ella,
pero mi mente quedo en blanco. Con la mirada perdida sentía que algo o alguien
me arrastraba, con cierto esfuerzo. Cuando pude observar mire que estábamos
adentro de la cabaña que había visto, aún estaba algo aturdido y solo sentía
una soga que apretaba fuertemente mis manos. De pronto vi que alguien se paró
enfrente de mí y lo miré, a pesar del golpe mis ojos no daban crédito de lo que
estaba viendo.
—Mira mi amor, un conocido vino a verte.
Qué bueno que llegas Tomás por un momento pensaba en irte a buscar, pero me has
hecho un gran favor en venir.
No te pierdas la segunda parte de
Mujer y su gran final.
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