Mujer II
II
Por fin llego el
fin de semana, después de una noche de fiesta con mis amigos de la
infancia; ahora tengo que aprovechar estos dos días para realizar
mis actividades. Salí a tomar el fresco matutino –Pasear era una
de las actividades que más me gustaba realizar– Caminé hacia el
parque que está a dos cuadras de mi departamento, mientras me
dirigía hacia el parque, pasando en donde había una lujosa
cafetería vi a una preciosa mujer, el cabello largo y castaño, su
piel blanca como la luna, una mirada cuyos ojos color café claros
hacían que iluminaran su sonrisa. Iba saliendo de aquella cafetería
con un capuchino en mano y en la otra su bolso color miel, de repente
se dirigió hacia un lujoso vehículo deportivo color azul y en el
cual estaba su novio esperándolo mientras hablaba con alguien en su
celular. Mientras transitaba por aquel lugar pase justo a su lado y
el perfume que en ella emanaba hizo que suspirara; era tan dulce su
perfume que olvide que su novio se me quedara viendo –Una mujer así
solo tendría ojos para los de su clase– me dije a mi mismo.
Entonces los dos entraron en aquel vehículo y solo escuche el rugido
del motor al momento de dar marcha.
Una vez que llegué al parque empecé a mirar hacia un árbol de jacaranda cuya corteza había grabada dos letras T & S. Recordé aquellos días que pasé con Sofía hasta el momento cuando tuvo aquel trágico accidente. Ese día todo cambio ya que ella y cuatro personas más habían sobrevivido en un incendio en una tienda departamental donde se almacenaba telas para después ser elaboradas y convertidas en cobijas, ella afortunadamente no sufrió ni una sola quemadura, pero para salvarse tuvo que saltar de dos pisos hacia abajo ya que las escaleras estaban bloqueadas por las ardientes llamas, desde aquella acción quedo inconsciente y entro en un especie de coma; además de que también sufrió de intoxicación debido al humo. Los paramédicos que la encontraron después de que los bomberos sofocaran las llamas, no supieron si quedo inconsciente al momento de saltar y caer al suelo o si quedó atrapada por el humo que se acumuló ya que la puerta hacia la salida estaba atrancada por un tubo metálico ya que al parecer alguien había puesto apropósito aquel tubo con el único propósito de que nadie saliera de aquel lugar. Ese mismo día recibí la noticia por un mensaje que me había dejado su padre en el contestador, rápido fui al hospital y solo vi en su habitación a su madre llorando por lo ocurrido de pronto escuché una voz suave rápido volteé para ver quién era y resulto ser su hermana menor, ella tan solo tenía 17 años y de pronto me dijo que pasara a la habitación donde estaba Sofía y su madre –Hola, como has estado hijo– me dijo entre lágrimas su madre –Bien– le respondí distante y a secas ya que no soportaba verlas así. Y ahí mismo me había enterado de lo que le sucedió a Sofía. Después de unos días se abrió una carpeta de investigación ya que los peritos en su informe demostraron de que alguien había provocado aquel incendio y con unos de los paramédicos que rescataron a Sofía dio como una segunda prueba de que alguien había colocado en la puerta de escape un tubo metálico para que no se pudiera abrir. Lamentablemente nadie sabía quién pudo haberlo hecho, solo se sospechaba que pudo haber sido uno de los empleados, pero solo habían sobrevivido cinco personas, Sofía que quedo en un estado de coma un amigo de ella que tuvo una quemadura en su mano izquierdo y otras tres más que aún seguían en estado crítico ya que habían sufrido quemaduras de tercer grado en la gran parte de su cuerpo.
Todo daba vueltas en mi cabeza; pero de pronto escuche que alguien se acercaba tan solo voltee para ver quién era.
Una vez que llegué al parque empecé a mirar hacia un árbol de jacaranda cuya corteza había grabada dos letras T & S. Recordé aquellos días que pasé con Sofía hasta el momento cuando tuvo aquel trágico accidente. Ese día todo cambio ya que ella y cuatro personas más habían sobrevivido en un incendio en una tienda departamental donde se almacenaba telas para después ser elaboradas y convertidas en cobijas, ella afortunadamente no sufrió ni una sola quemadura, pero para salvarse tuvo que saltar de dos pisos hacia abajo ya que las escaleras estaban bloqueadas por las ardientes llamas, desde aquella acción quedo inconsciente y entro en un especie de coma; además de que también sufrió de intoxicación debido al humo. Los paramédicos que la encontraron después de que los bomberos sofocaran las llamas, no supieron si quedo inconsciente al momento de saltar y caer al suelo o si quedó atrapada por el humo que se acumuló ya que la puerta hacia la salida estaba atrancada por un tubo metálico ya que al parecer alguien había puesto apropósito aquel tubo con el único propósito de que nadie saliera de aquel lugar. Ese mismo día recibí la noticia por un mensaje que me había dejado su padre en el contestador, rápido fui al hospital y solo vi en su habitación a su madre llorando por lo ocurrido de pronto escuché una voz suave rápido volteé para ver quién era y resulto ser su hermana menor, ella tan solo tenía 17 años y de pronto me dijo que pasara a la habitación donde estaba Sofía y su madre –Hola, como has estado hijo– me dijo entre lágrimas su madre –Bien– le respondí distante y a secas ya que no soportaba verlas así. Y ahí mismo me había enterado de lo que le sucedió a Sofía. Después de unos días se abrió una carpeta de investigación ya que los peritos en su informe demostraron de que alguien había provocado aquel incendio y con unos de los paramédicos que rescataron a Sofía dio como una segunda prueba de que alguien había colocado en la puerta de escape un tubo metálico para que no se pudiera abrir. Lamentablemente nadie sabía quién pudo haberlo hecho, solo se sospechaba que pudo haber sido uno de los empleados, pero solo habían sobrevivido cinco personas, Sofía que quedo en un estado de coma un amigo de ella que tuvo una quemadura en su mano izquierdo y otras tres más que aún seguían en estado crítico ya que habían sufrido quemaduras de tercer grado en la gran parte de su cuerpo.
Todo daba vueltas en mi cabeza; pero de pronto escuche que alguien se acercaba tan solo voltee para ver quién era.
Andres Gonzalez C.
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